domingo, 6 de enero de 2013

CRISIS MUNDIAL DE ALIMENTOS

Crisis mundial de alimentos irrumpe en cumbre Europa - América Latina

La escasez de alimentos afecta particularmente a los sectores pobres de la población

La escasez de alimentos afecta particularmente a los sectores pobres de la población

Credito: PL

Lima, 14 may (PL) La crisis alimentaria que amenaza al planeta irrumpió hoy con fuerza en los debates preliminares de la V Cumbre euro-latinoamericana, a escasas 48 horas del encuentro de dignatarios del mecanismo birregional.

Medios periodísticos y fuentes cercanas a la reunión destacaron la posibilidad de que el foro de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE), cuyos debates comenzaron la víspera, incluya propuestas para enfrentar el mencionado flagelo.

El ministro peruano de Agricultura, Ismael Benavides, reconoció que el desmesurado aumento en los precios internacionales de los alimentos preocupa a su gobierno, anfitrión de la cita cimera de 60 países.

Benavides dijo a reporteros que, a la luz de los últimos acontecimientos, Perú está inmerso en una revisión de su estrategia y analiza los impactos que pueden tener en esta nación la escasez y carestía de los alimentos, pese a no ser productor de biocombustibles.

Tras admitir que esa situación afecta particularmente a los sectores pobres de la población, el funcionario no descartó que el tema se incorpore en la agenda de la magna reunión, que examina la lucha contra la pobreza y la protección del medio ambiente.

A su juicio, la crisis alimentaria es consecuencia, además, del incremento en los costos de los fertilizantes, lo cual repercute en la productividad del agro y, por consiguiente, en una menor cantidad de productos del campo.

La agricultura mundial está frente a una encrucijada dramática, subrayó el ministro, tras revelar -entre otros datos pavorosos- que Perú importa el 95 por ciento del trigo que consume.

Benavides llamó a los pueblos a rescatar sus raíces y consumir más los productos propios, como solución para enfrentar el actual déficit de alimentos. A las voces de alarma, se sumó también Cuba, que defendió la inclusión de la crisis alimentaria mundial en el temario de la V Cumbre.

El vicecanciller de la isla caribeña Abelardo Moreno reveló que el asunto está flotando en el ambiente, aunque por el momento está excluido de la agenda oficial de la magna reunión.

La nación antillana sostiene que no es posible hablar de lucha contra la pobreza –tema clave del encuentro entre ambas regiones- sin mencionar el desmesurado aumento en los precios internacionales de los alimentos.

En su edición de este miércoles, el periódico limeño La República deslizó que el asunto en cuestión, pese a no ser parte del temario, se sumaría a los de el combate contra la pobreza y los efectos del cambio climático.

Ello supondría un cambio de última hora a la llamada Declaración de Lima, documento que hasta hoy será afinado por expertos de los países miembros del mecanismo birregional y que mañana pasará al análisis de los cancilleres para terminar el viernes en manos de los presidentes.

ESCAZESDEALIMENTOS NO EXAGERAMOS ES UNA SERIA AMENAZA.

¿Exageramos? Tras decenios de catastróficas predicciones de los ecologistas acerca de una inevitable catástrofe Malthusiana, pensábamos que iban a tener el identico consecuencia del cuento de “que viene el lobo”, pero al parecer la manufacturera pero está tomando en serio el riesgo que implica el agotamiento de muchos de ellos y el estancamiento en la productividad. No, los ecologistas no han invadido los consejos de dirección, ni consultoras como McKinsey. ¿Estamos frente a un catástrofe o ante un novedoso duelo?
escasez de alimentos
escasez de alimentos
En 1798 Thomas Malthus escribió su afamado preparación ‘Sobre el principio de población’, donde advertía acerca de el ruina del planeta al considerar el desfase entre el incremento geometrico de la Urbe y el aritmético de los medios.
Desde entonces, se han escuchado voces de aviso que advertían de un eventual colapso, pero esta negra visión jamas llegó a ser efectividad porque, entretanto, se han sucedido revoluciones manufacturerios, científicas y agrícolas.
Estos desarrollos tecnológicos han autorizado que el precio medio de los productos básicos esenciales (energía, alimentos, espada y agua) se redujera a la medio a pesar de que la reclamación de los mismos creciera 20 veces durante el ultimo siglo.
Evidentemente Malthus no consideró el secuela de los avances investigadores en la abundancia de los bienes, Malthus era Malthus y no Julio Verne. Sin embargo, a la vez que generaba toda una tropel de fieles a su teoría, apasionados de la intervención y la planificación, también propició la reacción progresista, que promulgó la infinitud de los bienes.
Lo que la Perduración de la Exuberancia no consideró: China y el cambio climático
Pero al plantemiento progresista de medios infinitos y abundancia eterna Asimismo le faltó considerar unos consecuencias cuya combinatoria han puesto en amenaza ese idílico mundo de estabilidad y bajos precios de los posibles fundamentales.
Por una parte la robusto expansión de la clase media global representa un fuerte incremento en la reclamación de medios. Se demora que en los próximos 20 abriles se triplique el número de compradores -China e India-, el globo nunca había trillado un impacto de este calibre.
Por otro lado está el efecto de un clima inestable, que ha provocado el estancamiento o disminusión de las cosechas de productos básicos como el maíz o la soja.
Este doble consecuencia es el que posee en alerta a la manufacturera, acerca de todo la alimentaria, que ve con temor cómo la volatilidad en los precios de las cuerpos primas pone en riesgo el maniquí de negocio.
La complejidad no ayuda
Para agravar el contrariedad son los fuertes vínculos entre los medios lo que aumenta el riesgo de que la déficit y que los cambios de precios en un recurso consigan propagarse rápidamente a otros mercados.
Así, la correlación entre los productos sencillos esenciales es hoy más suscripción que en cualquier momento del siglo pasado. Por ejemplo, es el caso denunciado hace poco por Nestlé, que ve como afecta a su cálculo el hecho de que se utilicen productos elementales alimenticios como alternativa energética.
La revolución que necesitamos: susto o hambre
Como en retos anteriores la respuesta está en conseguir incrementos en la abundancia de la cautiverio alimentaria. Son varios los puntos donde se consigue percibir en eficacia, como en al reducción de consumos de agua y energía, tarea que luego desde hace abriles hace parte del quehacer ordinario de la industria.
Les compartimos esta noticia sobre el cambio climático y la escasez de alimentos publicada el día 6 de Noviembre de 2012 por el periódico Excelsior.
Por Martín Espinosa
Hace apenas unos días, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, mostraba su “extrañeza” por algo que las amas de casa han advertido, no de ahora sino de tiempo atrás: el alza en los precios de los alimentos. Decía el “mandamás” del banco central, durante un acto en la Bolsa Mexicana de Valores, que “estamos seriamente preocupados por el incremento de precios agropecuarios, cuyo ordenamiento no se puede hacer mediante política monetaria, sino la forma de hacerlo estructuralmente es aumentando la productividad del campo, desarrollando mercados agropecuarios completos y con una infraestructura financiera que permita absorber choques en la producción”.
¿Qué quiere decir en “cristiano” todo lo anterior? Pues simple y sencillamente que el mundo vive ya una grave crisis en materia de producción agropecuaria, que está impactando los precios de los insumos que se utilizan para producir alimentos y ello va a traer más temprano que tarde serios problemas en el abasto mundial de productos de consumo básico.
Si nuestro país no se preocupa, en serio, en desarrollar —ahora sí— una verdadera política agrícola de desarrollo, que redunde en una mayor producción del campo mexicano, nos la vamos a ver “muy negras” en un futuro cercano. Es un problema de seguridad nacional, insisten los expertos.
Para muestra, un botón: hace unas horas, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, afirmó en una visita a nuestro país que las pérdidas económicas por desastres naturales se han más que triplicado en los últimos 30 años y ningún país está inmune ante estos fenómenos.
“Mirando hacia los países de mediano y bajo ingreso, las pérdidas y los daños son estimados en 1.2 trillones de dólares en las últimas tres décadas, lo que equivale a un tercio de toda la ayuda oficial para el desarrollo en ese periodo”, sentenció Kim, quien por cierto es un médico coreano naturalizado estadunidense.
Su voz se suma a la de otros líderes mundiales que han advertido que, “a causa del cambio climático, las temperaturas extremas van a estar presentes cada año hasta finales de este siglo”. Ya empiezan a advertir los meteorólogos que otro huracán, además de Sandy, podría golpear nuevamente la Costa Este de Estados Unidos, incluido Nueva York.
Dijo algo crucial el presidente del Banco Mundial: “Las decisiones que se tomen hoy van a determinar la resistencia ante los desastres, lo que será crucial para el bienestar de los pueblos en los plazos corto y largo… Si se toman decisiones sin estar bien informados, estamos arriesgando fracasos en nuestros estándares de construcción, así como la vida y los activos de los países”.
Hoy los políticos se preocupan por la gobernabilidad, por mantener la hegemonía de sus partidos y diseñar nuevas fórmulas de convivencia social. Pero si no se diseñan esquemas novedosos para allegarse recursos que les permitan alimentar a millones de personas, todo lo anterior quedará en el “bote de la basura” ante la desestabilización que podría surgir ante la escasez y el encarecimiento de los insumos para producir lo básico para la sobrevivencia del ser humano.
De ahí la preocupación y la insistencia de muchos líderes sociales y financieros que han advertido que no habrá dinero que alcance para frenar el deterioro ambiental al que pocos le han querido invertir con el fin de revertir las consecuencias de una explotación industrial que hoy nos tiene al borde del caos ecológico.

problemas ambientales




Escasez de recursos
Área: Medio ambiente — Martes, 18 de Septiembre de 2012

Diversos estudios apuntan a la escasez de recursos naturales con la que nos tendremos que enfrentar en relativamente poco tiempo.
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Los informes sobre los problemas medioambientales parece que ya hacen mella en los políticos, al menos sobre algunos políticos retirados que ya no dependen de los votos. Un grupo de 40 líderes mundiales que incluyen a Bill Clinton o a Nelson Mandela advierten que la humanidad necesitará el equivalente en agua de 20 ríos Nilo para 2025 para poder abastecer de comida a una cada vez numerosa población mundial.
Factores como el cambio climático reducirá el suministro de agua a algunos países superpoblados como China e India en un plazo inferior a las dos décadas.
El líder canadiense Jean Chretien dijo que el futuro impacto político de esta escasez de agua puede ser devastador. Un ejemplo lo tenemos ya, según él, con el río Jordán en Oriente Medio.
Según el estudio del InterAction Council, el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas debería considerar este problema del agua como una de sus preocupaciones más importantes.
Cada año el ser humano usa 2800 kilómetros cúbicos de agua dulce procedente de ríos y lagos. Con mil millones de personas más para 2025, la agricultura mundial necesitará de otros 1000 kilómetros cúbicos de agua anuales para alimentarlas. Esa cantidad de agua es el equivalente a 20 veces la que aporta el Nilo o 100 veces la que aporta el río Colorado.
La mayor demanda se dará en China, India y EEUU debido al aumento de la población y al crecimiento económico. Para 2030 las demandas de agua dulce de sólo China e India excederán las reservas actuales.
El cambio climático agravará el problema y las sequías e inundaciones serán más frecuentes.
UN-Water coordina los esfuerzos de las Naciones Unidas sobre asuntos relacionados con el agua y ha organizado un congreso de políticos para el 25 de septiembre para buscar formas que hagan concienciarse sobre este asunto.
El informe señala conflictos políticos que ya tienen una componente relacionada con el agua, como la lucha por los acuíferos entre palestinos e israelitas, entre Irán y Afganistán sobre río Hirmand o entre Egipto y otras naciones por el Nilo.
Una manera sencilla de ahorrar agua es arreglar las cañerías que la transportan. Se calcula que un 40% del agua corriente municipal se pierde antes de llegar a las viviendas. Otra es elegir el tipo de cultivos más adecuados. En casos como Israel, en donde el agua escasea, es mejor plantar olivos o palmeras datileras que naranjos.
El informe dice que las mejoras en el abastecimiento de agua hará que las naciones necesiten 11.000 millones de dólares cada año. Se estima que por cada dólar gastado en este sentido se recuperan de 3 a 4 en la economía.
En la actualidad mil millones de personas no disponen de agua dulce y 2000 millones sólo tienen acceso a agua no potable. Cada día mueren 4500 niños por enfermedades derivadas de la mala calidad del agua.

Por otro lado, el economista y ecólogo Kenneth Hermele señala que la superficie finita del planeta limitará pronto la comida que comemos, el ganado que tenemos, el combustible que quemamos, el papel de nuestros libros o el algodón de nuestra ropa. Se necesitará todas estas cosas y más para los 9000 millones de personas que seremos dentro de poco.
En su tesis Hermele trata de demostrar que la lucha por la tierra se está intensificando rápidamente. Este investigador ha estado realizando estudios de campo en Brasil, donde la caña de azúcar se ha venido cultivando para obtener etanol desde hace 40 años. Según él, incluso en un país tan grande como Brasil no hay tierra de cultivo suficiente para obtener biocombustibles, comida o ganado sin que afecte a la biodiversidad o al clima. Según Hermele lo mejor sería preservar los bosques para poder estabilizar el clima.
Aunque la caña de azúcar no crece en la selva, los cultivos de caña reemplazan los cultivos se soja que se trasladan a lo que era previamente selva amazónica o a pastos para el ganado de la misma procedencia.
La pugna por tierras de cultivo se ha intensificado fuertemente en años recientes. Los países ricos toman el control de la tierra de cultivo de los países pobres a través de acuerdos. El resultado es la desaparición de los recursos ecológicos de estos países pobres, la deslocalización en ellos de industrias contaminantes o directamente se les usa como vertedero de productos peligrosos.
“Uno de los resultados de esta lucha por la tierra es la reaparición del fenómenos de acaparamiento de la tierra”, dice Hermele. Añade que los acaparadores de la tierra cubren un amplio espectro, desde gobiernos de países a compañías de fondos de pensiones que usan la tierra de los países en desarrollo para especular. El patrón tiene reminiscencias de la división colonial del trabajo.
Hace unas semanas se lanzó la voz de alarma debido a que ya hay algunos países africanos en los que el 50% de la tierra de cultivo está en manos extranjeras, principalmente de China.

la escazes de recursos un serio problema ambiental.


ESCAZES DE RECURSOS DE AGUAS Y TIERRAS.


La FAO estima que los países en desarrollo necesitarán duplicar su producción agrícola para 2050 a fin de satisfacer la demanda de alimentos. Habida cuenta de la disponibilidad finita de agua dulce y las pocas posibilidades de ampliar la tierra cultivable, los niveles de producción agrícola para satisfacer la demanda se mantendrán fundamentalmente mediante la intensificación del uso actual del agua y de la tierra. La escasez del agua afecta ya a más del 40 por ciento de la población mundial, mientras que el 25 por ciento de la población depende de tierra ya degradada –se calcula que el costo de la degradación asciende a 40 000 millones de USD al año por lo que se refiere a la falta de productividad-. Estos problemas y la competencia resultante sobre los recursos se agravarán aún más a consecuencia del aumento de la demanda de producción de biocombustibles y los efectos previstos del cambio climático.
Programas principales

Si desea asociarse a una actividad específica o simplemente busca más información, consulte la sección siguiente para obtener datos sobre algunos de los programas principales que corresponden a este APR y en los que se requieren más recursos para las correspondientes medidas de seguimiento.
Sistema mundial de alerta temprana sobre la calidad y la cantidad del agua en la agricultura

Dada la circulación limitada de agua dulce, el mundo se halla ante una situación progresiva de escasez de recursos hídricos que está amenazando la viabilidad de los principales sistemas agrícolas mundiales en lo tocante a la protección de la seguridad alimentaria mundial. Reconciliar la competencia por el agua entre los sectores económicos es ahora fundamental a fin de evitar nuevos choques para el sistema mundial de suministro de alimentos y mantener los valores de los sistemas ambientales, que ya están sometidos a tensión. El agotamiento de las aguas freáticas, la degradación del suelo y la salinización generalizada de los suelos productivos ya está forzando migraciones desde las zonas afectadas por sequías. Estos efectos pueden considerarse los primeros indicadores de la escasez de agua y de suelo en las economías rurales en todo el mundo.

Es necesario un sistema que advierta con antelación sobre la escasez de agua y su repercusión en la producción de alimentos a corto, medio y largo plazo. Resulta esencial hacer un seguimiento de los principales factores relativos al agua que determinan la producción de alimentos a nivel nacional, regional y mundial y proporcionar información pertinente para la adopción de las medidas necesarias.
Más información
Alianza mundial del suelo

Los suelos son el fundamento de los sistemas alimentarios que sustentan las vidas y medios de subsistencia del hombre, proporcionando la base de apoyo y los nutrientes para la vida de plantas y animales y los medios para capturar y retener las aguas pluviales y mantener el ciclo hidrológico que es tan fundamental para la vida en la tierra. Los suelos vivos desempeñan asimismo muchas funciones vitales en lo que se refiere al ciclo del suelo orgánico y de los nutrientes, la fijación del carbono en el suelo, la regulación del clima y otros aspectos, y sus servicios para mantener el abastecimiento de alimentos y agua constituyen la base para alcanzar estabilidad social en un mundo cambiante.

Cerca del 52 % de las tierras destinadas a la agricultura, incluidas las tierras de pastoreo, se ve afectado de forma moderada o grave por la degradación del suelo, cuyo costo (mayores insumos, pérdida de productividad y de servicios) se cifra en unos 40 000 millones de USD anuales en todo el mundo. Se prevé que el cambio climático agrave los efectos de la degradación del suelo mediante el aumento de las sequías y el estrés por calor, fenómenos climáticos extremos y un incremento de las plagas y enfermedades. Las presiones sobre los recursos de la tierra crecen continuamente debido al aumento de la población, al cambio en las costumbres de los consumidores, especialmente en las economías emergentes, las demandas de la creciente población urbana a la rural y el cambio en los usos de la tierra para satisfacer a las fuerzas del mercado y las necesidades energéticas.
Más información
La inversión en agua para la agricultura y la energía en el África subsahariana

África tiene abundantes recursos hídricos que están muy subexplotados y se hallan distribuidos desigualmente entre países y regiones. Al mismo tiempo, la mayor escasez del agua, agravada por el cambio climático, ya está suponiendo una amenaza para la seguridad alimentaria en las regiones más áridas.

Tres cuartas partes de los países africanos se encuentran en zonas áridas y semiáridas e incluso unas pequeñas reducciones en las precipitaciones podrían causar grandes disminuciones en el caudal de los ríos y exponer a entre 75 y 250 millones de personas a una gran dificultad de suministro en el próximo decenio.  Además, en algunas regiones de África las elevadas tasas de crecimiento demográfico y el uso intenso del agua llevarán a situaciones más agudas de escasez de agua.

Sin embargo, en el África subsahariana solo el 4 % de la tierra cultivable es de regadío en comparación con cerca del 40 % en Asia, y la región solo utiliza un 3 % de sus recursos hídricos disponibles. Será necesaria una rápida expansión de la tierra cultivada de regadío y una mayor explotación de las aguas interiores para alimentar a una población que va a crecer de los 770 millones en 2005 a 1 500 o 2 000 millones en 2050.
Más información
Marcos de inversión para las cuencas hídricas – mejora de la productividad en condiciones de escasez

El sudeste de Asia está experimentando un aumento de la demanda de productos de la agricultura de regadío. Hay espacio para una mayor expansión, ¿pero dónde y cómo? Incluso en cuencas hídricas húmedas que se han desarrollado mucho y han elaborado estrategias eficaces ante la escasez, la intensificación exigirá una mayor productividad del agua, lo que requiere inversiones específicas adicionales. Los deltas productivos se enfrentan a presiones, el cambio climático es inminente y será necesario gestionar el uso de las aguas freáticas.

Ante estas realidades, el diseño y la gestión de las inversiones en regadío se retrasa: la modernización de las instituciones supone una dificultad al mismo nivel que la modernización de los sistemas de regadío. La rehabilitación y los nuevos proyectos para llegar a los niveles deseados de flexibilidad que permitan que los agricultores respondan eficazmente a la demanda del mercado tienen también un alto costo de oportunidad. Además, es necesario evaluar los regadíos en riesgo con respecto a las repercusiones previstas del cambio climático: ¿cuál es la resistencia de la infraestructura a la volatilidad hidrológica y cuáles serían las necesidades de inversión para mejorar su diseño y hacerla más resistente?

Por último, los procesos de planificación o negociación de las cuencas hidrológicas son ahora más pluralistas que “integrados” y es más necesario superar la desconexión general entre la gestión de los recursos hídricos y el sector agrario.

domingo, 2 de diciembre de 2012

falta de administracion de recursos

Abundancia y escasez de recursos naturales



La escasez de recursos y la necesidad de elegir.



El problema económico básico es la insuficiencia de recursos para satisfacer todas las necesidades y deseos humanos






Las
necesidades humanas tienen la característica de ser ilimitadas, esto es, una vez cubiertas las más básicas, surgen otras de orden superior, luego otras, y así casi hasta el infinito.



El fin de toda sociedad es
la satisfacción de las necesidades de sus propios ciudadanos. Pero para conseguirlo hay que disponer de una serie de recursos que puedan convertirse en bienes y servicios aptos para el consumo de la población: alimentos, vestidos, casas, carreteras, hospitales, escuelas, etc. Los recursos productivos, por tanto, son todo aquello necesario para producir bienes y servicios: materias primas, trabajo, maquinaria, energía, construcciones, capital financiero, etc.







El problema es que los recursos son limitados, frente al carácter ilimitado de las necesidades y los deseos que hay que satisfacer
. Existe, por tanto, en la vida económica una escasez relativa, como consecuencia de esta contradicción.






Sin embargo, la escala de la escasez es diferente para las distintas personas o sociedades. Por ejemplo, para un pobre o para un rico: mientras que el primero la sufre de forma dramática, el segundo la vive como una frustración por tener que privarse de algún deseo. En cualquier caso, y dado que las necesidades tienen un carácter cultural, la escasez existe para todos, aunque a veces lo olvidemos y vivamos como si los límites no existieran.




La actividad económica surge precisamente para superar el problema de la escasez de recursos. La imposibilidad de obtener todo lo que deseamos nos obliga a elegir qué vamos a producir con esos recursos limitados, qué necesidades se van a satisfacer y cuáles no.


Los distintos protagonistas de la actividad económica, o agentes económicos, deben tomar decisiones diariamente.



Las familias y los individuos tenemos que elegir en qué gastar nuestros ingresos, siempre limitados: comida, casa, ropa, videojuegos, música, etc. O decidir cómo utilizar nuestro tiempo: dedico la tarde a estudiar o a hacer deporte, o quizás voy al cine con los amigos... porque el tiempo, es decir la vida misma, es otro recurso escaso.






Las
empresas, por su parte, deben tomar decisiones sobre cómo invertir su presupuesto financiero, por supuesto limitado: qué bienes producir, cuántos trabajadores contratar, cuantos equipos adquirir, etc.








Y a nivel colectivo los
gobiernos toman decisiones sobre la forma de gastar los ingresos públicos, los impuestos: viviendas, carreteras, escuelas y universidades, centros de salud, etc.



En definitiva, cada uno de nosotros, en nuestro papel de consumidores o de empresarios, tomamos todos los días numerosas decisiones económicas individuales. Estas decisiones, unidas a las que toma el gobierno en representación del conjunto de la sociedad, dan un resultado económico final (a nivel nacional, regional supranacional).


La Economía estudia la forma en que los individuos y las sociedades realizan sus elecciones económicas. Por ello se le suele calificar como la ciencia de la decisión.
 
 Yacimientos de hidrocarburos en Argelia
 
Los países ricos no son necesariamente aquellos que tienen grandes cantidades de recursos naturales. Un ejemplo es Japón, que, sin apenas recursos naturales, ha sido durante décadas la segunda potencia económica del mundo. El caso contrario sería la República Democrática del Congo, que, con una gran riqueza de recursos naturales, está entre los más pobres del planeta. En la mayoría de los casos, los sistemas de explotación de recursos están organizados por pequeñas elites locales o empresas foráneas (multinacionales), por lo que la riqueza revierte hacia el exterior en lugar de hacia el propio país. Otras veces son las dificultades para obtener rentabilidad las que impiden la explotación de un recurso. Eso ocurre, por ejemplo, cuando hace falta una gran inversión previa en infraestructuras que son casi inexistentes.


A esto hay que añadir que hay países que tienen recursos, pero carecen de importancia en la moderna economía. En cambio, hay otros que tienen apenas un recurso, pero de gran importancia estratégica, como el petróleo, lo que les permite desarrollarse con mayor celeridad. Es el caso de algunos emiratos del golfo Pérsico .